Precio es lo que pagas, valor lo que recibes.
La fotografía captura un momento en el tiempo, es como si lo detuviera. ¿Por qué si un celular
puede tomar fotos, debe usted contratarnos para documentar su quinceañera?
Hace poco cubrimos el día de la celebración de los quince años de Karla Giselle. Varios
factores inciden en cada fotografía: el vestido y la actitud de la quinceañera, la locación en que
se toman las fotos y la luz incidente en cada una de las tomas son parte de ellos. Hemos
creado un estilo y queremos mantenernos fiel a él. Queremos que cada fotografía evoque
sentimientos en nuestro cliente, sean en interiores o exteriores cuidamos al extremo la luz; eso
no lo puedes hacer con un celular.
El templo en el que se llevó a cabo la ceremonia religiosa tiene una magnifica iluminación en la
que contrastan los tonos oscuros de las bancas y los blancos del altar; nuestra quinceañera
vestía en un azul claro y el trabajo era resaltar su presencia entre los extremos que
mencionamos atrás.
Un mes antes habíamos hecho la sesión de pre-quinceañera, allí usamos modificadores de luz
para lograr los contrastes del pasto, el cielo, el caballo y el hermoso vestido de nuestra
protagonista. Dos cero.
Al salir de la iglesia nos dirigimos a un parque histórico con la corte y el sol era el enemigo a
vencer. Posicionar el grupo evitando las fuertes sombras y la contraluz con el uso de
modificadores para resaltar nuevamente a la quinceañera en un escenario abierto, hacen parte
del trabajo de un fotógrafo profesional. Tres cero.
Finalmente, al llegar a la recepción hay dos opciones: mantiene el ambiente que el cliente
recordará o lo modifica haciendo iguales todas las fotos (caso celular). Por otro lado, está el
documentar las emociones, las lágrimas de papá cuando baila el vals, las de la quinceañera
con sus hermanas, la alegría y expresiones de la corte cuando concluye el baile sorpresa y “la
hora loca” con robot a bordo; todo tratando de preservar el ambiente emocional que el cliente
evocará.
La inversión en cada quinceañera es significativa, cada uno de los detalles se ha planeado con
tiempo durante meses y el único recuerdo perdurable serán el del álbum y el video que
capturan el día. La familia de Karla Giselle invirtió en cada detalle y Angel Mascarin Studios
entregará un producto que permitirá, como hasta ahora ha ocurrido, que los padres de la
quinceañera sientan como le dimos valor al monto que invirtieron.
Frecuentemente nos encontramos con clientes para quienes el precio es el factor decisivo,
nosotros en Angel Mascarin Studios queremos construir relaciones a largo plazo con familias
para las que el precio es un detalle, no el factor decisivo. Ellos están dispuestos a invertir en la
experiencia que reciben cuando entregamos el producto final.
